96 muertes y 305 mil ampollas contaminadas: negligencia, corrupción y poder detrás de la tragedia del fentanilo

El escándalo del fentanilo contaminado expone la connivencia entre laboratorios cuestionados, funcionarios y gobiernos de distinto signo político. Con 96 muertos, más de 305 mil ampollas defectuosas y la sombra de la corrupción detrás, el caso García Furfaro desnuda las falencias estructurales del sistema sanitario argentino y la permanencia de la “casta” más allá de los discursos.

En Argentina, el fentanilo dejó de ser un medicamento para transformarse en sinónimo de muerte. Al menos 96 personas fallecieron tras la distribución de ampollas contaminadas elaboradas por HLB Pharma y Laboratorios Ramallo, propiedad de Ariel García Furfaro, un empresario con un pasado judicial oscuro y vínculos directos tanto con el kirchnerismo como con funcionarios del actual gobierno de Javier Milei.

La ANMAT sabía desde noviembre de 2024 sobre “deficiencias críticas” en la planta de Ramallo: envases no autorizados, techos plagados de palomas y personal sin medidas de higiene. Sin embargo, la clausura recién llegó en mayo de 2025, tras la denuncia del Hospital Italiano, cuando la tragedia ya había golpeado en 118 centros de salud de 16 provincias.

Un empresario con prontuario

Lejos de ser un industrial tradicional, García Furfaro comenzó como verdulero y arrastra una condena de 2002 por tentativa de homicidio contra un empleado. En prisión se recibió de abogado, defendió criminales y luego incursionó en la industria farmacéutica, marcada por irregularidades, explosiones de laboratorios y causas de contrabando.

El respaldo político: de Cristina Kirchner a Milei

La relación con el poder fue constante. Con el kirchnerismo, García Furfaro llegó a formar parte de la comitiva oficial a Rusia en 2020 para negociar la Sputnik V. Sus vínculos se extendieron a Lázaro Báez y al Instituto Patria.
Lo sorprendente es que, pese al cambio de gobierno, mantuvo negocios con el Estado: bajo la gestión Milei, sus laboratorios siguieron ganando licitaciones para abastecer hospitales públicos. Incluso surgieron denuncias de coimas que rozarían a Karina Milei, según audios filtrados.

Dos ministros, un mismo fracaso

La tragedia también expone a los ministros de Salud. Ginés González García, procesado por el “vacunatorio VIP”, y Mario Lugones, actual funcionario de Milei, fallaron en proteger la salud pública. Mientras Ginés se defendía de la Justicia, Lugones recibió informes sobre Ramallo pero esperó seis meses para actuar, lo que desató críticas y pedidos de renuncia.

Justicia e impunidad

El 20 de agosto de 2025, la Justicia ordenó la detención del clan García Furfaro, incluida su madre y hermanos. Chats internos revelaron prácticas aberrantes: ampollas mal selladas, reactivos vencidos bajo la lluvia y condiciones insalubres. El Instituto Malbrán confirmó que las bacterias en los medicamentos coincidían con las halladas en los pacientes fallecidos.

La casta que nunca muere

El caso del fentanilo es mucho más que un escándalo sanitario: es un espejo del país. Gobiernos de distinto signo protegieron al mismo empresario, demostrando que la corrupción y la desidia no distinguen banderas políticas. Mientras tanto, la sociedad paga con vidas la connivencia entre poder y negocios.