Arqueólogos argentinos entraron a una tumba egipcia

Un equipo integrado por 13 docentes e investigadores de las universidades nacionales de La Plata, Buenos Aires, Córdoba y del Conicet viajaron hasta la ciudad de Luxor, en Egipto e ingresaron a una tumba egipcia inexplorada hasta el momento y de la cual no había información ni había estudios ni publicaciones.
Andrea Zingarelli, egiptóloga y docente de Historia de la Universidad de La Plata, lideró el proyecto Amenmose y consideró “muy positiva “la experiencia de investigar una tumba de 3500 años de antigüedad. Antes de comenzar la travesía la docente señaló: “Tenemos solo algunas cosas sueltas: una foto de ese pasaje tomada en 1939, dos fotos en color de una misión japonesa en 1960, y unos dibujos que hicieron viajeros en el siglo XIX, que copiaron jeroglíficos con distintas escenas. Son ocho paredes en total y tenemos registros de solo dos”.

La TT318 se ubica en el Valle de los Nobles en la colina de Sheikh Abd el-Qurna. Desde la cima de la montaña se puede apreciar como el desierto contrasta con el verde de las tierras de cultivo gracias a las aguas del río Nilo que las fertilizan
El programa comenzó a elaborarse en enero de 2019, cuando seis de las especialistas fueron hasta la ciudad de Luxor para recorrer sitios arqueológicos en busca de una tumba para investigar. Seleccionaron varias, “pero ninguna estaba disponible”, señaló Zingarelli. Desde el Ministerio de Antigüedades de Egipto les ofrecieron estudiar la Tumba Tebana 318. Esta corresponde a Amenmose, un noble egipcio que vivió durante los reinados de Hathsepsut y Tutmosis III, entre 1479 y 1458 antes de Cristo. Zingarelli y su equipo elaboraron un plan para restaurarla. Entre las obras a realizar en el marco del plan se hizo relevamiento del lugar y algunas tareas de conservación.
La tumba de Amenmose se encuentra a 700 kilómetros al sur de El Cairo, en la orilla occidental tebana. Esta tumba se ubica en la necrópolis del dios egipcio de la creación, Amón.
En las paredes encontraron imágenes referentes a Amenmose, a dioses egipcios y a la vida cotidiana de la época. El equipo argentino hizo un estudio del estado actual del monumento, evaluar y reconocer los daños y analizar su la posibilidad de restauración y conservación. Los resultados del trabajo permiten profundizar los conocimientos de la antigua cultura faraónica y pueden hacer que el lugar se transforme en u destino turístico.