La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires continúa con el tratamiento de los proyectos para la creación de un sistema penitenciario propio. En la jornada de hoy, las comisiones de Justicia, Legislación del Trabajo, Seguridad y Asuntos Constitucionales convocaron a especialistas, referentes sociales y académicos para discutir propuestas centradas en educación, trabajo, familia, religión y nuevas modalidades de gestión.

Uno de los puntos destacados del encuentro fue la posibilidad de ampliar el uso de audiencias telemáticas como alternativa a los traslados, una medida que permitiría reducir costos y riesgos operativos.

Marta Laferriere, directora del programa UBA XXII, resaltó el papel de la educación universitaria y en oficios dentro de las cárceles: “La educación es un pilar absolutamente necesario si pensamos en una transformación; se trata de construir ciudadanos”.

En la misma línea, el abogado y asesor parlamentario Carlos Adolfo Álvarez subrayó la importancia de capacitar al personal penitenciario y modernizar la gestión: “Los traslados a los juzgados son costosos y riesgosos, hay que ampliar las audiencias telemáticas. Además, la Legislatura debería controlar la implementación del nuevo sistema”.

La dimensión espiritual también tuvo espacio en el debate. El pastor evangélico Osvaldo Carnival defendió el rol del acompañamiento religioso: “El acompañamiento espiritual es una ayuda para que los internos proyecten otra vida. Es clave que el nuevo marco contemple una capellanía interreligiosa”.

Desde una mirada con perspectiva de género, Rocío Jara, referente de la Rama Liberados y Familiares del MTE y ex detenida, planteó la necesidad de políticas que atiendan la situación de las mujeres privadas de libertad: “Las mujeres seguimos sosteniendo familias desde la cárcel. Es fundamental garantizar derechos de nuestros hijos y acompañar en el arresto domiciliario”.

Por su parte, Mariano Bocassi, también referente de Liberados, celebró la apertura del diálogo institucional y remarcó: “No es lo mismo irse a la calle que irse en libertad. La educación y el trabajo son los pilares de la revinculación con la comunidad y deben estar en manos de los ministerios civiles, no del servicio penitenciario”.

El debate continuará en el ámbito parlamentario con el desafío de diseñar un sistema penitenciario propio de la Ciudad que logre equilibrar seguridad, inclusión social y respeto a los derechos humanos.