Corte, poder y estrategia electoral: el trasfondo de un fallo que aún no llega

“Cristina Fernández hoy está en un lugar que no tenía hace semanas. Las movilizaciones, el apoyo de figuras opositoras como Ricardo Alfonsín, Gerardo Morales o Miriam Bregman, incluso de organismos internacionales, la posicionan de nuevo en el centro del tablero”.
Faltaban aún minutos para que se conociese el fallo histórico que condenó a la ex presidenta a seis años de prisión efectiva más la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, cuando el periodista Pablo Galeano, en el programa Tendencias, de Eco Medios, trazaba un diagnóstico que pocas horas después se convertiría en incontrastable: la absoluta centralidad de la jefa del kirchnerismo y -hoy- de todo el amplio espectro en que había quedado atomizado el peronismo antes de esta controvertida decisión de la Corte.
“Cristina es una ganadora en este escenario”, coincidió por su parte Enrique Gariglio, periodista invitado por Galeano para analizar el escenario político argentino que atraviesa uno de sus períodos más vertiginoso de los últimos años. Estas lecturas se hacían cuando todavía la condena era incierta, pero a la postre, ya con el fallo ratificado por el Alto tribunal, más allá de las consecuencias lesivas para la ex presidenta (como una detención, aun cuando sea domiciliaria) no alteró esa valoración. Por el contrario, se potenció.
“Milei es el otro ganador”, agregó Gariglio, quien consideró que con una Cristina otra vez protagonista absoluta de la oposición al Gobierno nacional, “Milei vuelve a capitalizar el antikirchnerismo, mientras el PRO está desaparecido y el radicalismo se diluye aceleradamente”.
Pero más allá de esas consideraciones político partidarias, ambos periodistas dedicaron la mayor parte del programa -que se emite los martes de 16 a 17 por AM 1220 en CABA y alrededores- a reflexionar sobre el descrédito de la Justicia con no es solo inherente a este polémico fallo de flaca (o raquítica) constitución de pruebas.
“Estamos en un país donde el Consejo de la Magistratura no sanciona a jueces que viajaron a Lago Escondido con empresarios de medios; donde las causas contra (Mauricio) Macri no prosperan; y donde la Oficina Anticorrupción ni siquiera investiga el caso Libra que involucra a Milei”, dijo Galeano. “El problema no es solo lo que pasa con Cristina. Es que las instituciones no funcionan para todos por igual. Y eso es lo más grave”, remarcó.
En este contexto, Galeano aludió al comportamiento de algunos medios como actores del que definió como “poder real”. “¿Dónde está el poder real? Muchas veces no tiene rostro visible. Se oculta detrás de un velo, como las sociedades anónimas. La justicia, cuando funciona, puede correr ese velo y mostrar quién está detrás de las SA. Estaría bueno hacer eso con los medios de comunicación”, reflexionó Galeano.
Ambos periodistas coincidieron en este punto, en que detrás de los grandes grupos mediáticos hay intereses económicos muy poderosos, muchas veces transnacionales, que antes que como canales democráticos de información social, utilizan a los medios como herramientas para condicionar a la justicia y al poder político.
Gariglio sumó a la discusión el recuerdo de cuando el periodista Jorge Lanata reclamaba públicamente a Mauricio Macri que metiera presa a Cristina Kirchner. “Los medios actúan como grandes fiscales de la política, pero con una mirada totalmente parcial”, comentó. Y cerró este tramo del análisis con una cita del Martín Fierro: “Hacete amigo del juez”, como prueba -si se quiere- histórica del vínculo entre justicia y poder en la Argentina.
Tanto Galeano como Gariglio concluyeron que esto explica el profundo desprestigio en el que está inmersa la Justicia argentina, situación que -aclararon- excede cualquier causa puntual.
En otra lectura sobre el impacto político que la llamada “Causa Vialidad” generó hacia adentro del peronismo -esto, antes de conocerse el fallo, se reitera- fue para Gariglio la licuación del peso específico que sufrió Axel Kicillof. “Estaba creciendo, consolidando una estructura propia, con referentes que se alejaban del cristinismo y se sumaban a su espacio. Hasta (el intendente de Avellaneda Jorge) Ferraresi se fue con él. Pero con este fallo, Cristina volvió al centro”, consideró. Galeano completó: “Cuatro diputados kirchneristas se abrieron del bloque. Kicillof tenía chances reales de proyectarse. Hoy quedó en segundo plano”.
En la última parte del programa, analizaron el triunfo de Manuel Adorni en elecciones internas de La Libertad Avanza. Para Galeano, el electorado que votó a Adorni “ya sabía qué estaba votando”, a diferencia de quienes votaron a Milei en su momento, que lo hicieron con expectativas difusas. “Con Adorni no hay sorpresa. Se sabe que representa un modelo frío, técnico, incluso despiadado. Es el rostro sin filtros del ajuste”, dijo. Gariglio coincidió: “Adorni tiene un manejo quirúrgico de la comunicación. Representa la ejecución fría de lo que Milei lanza con exabruptos y escándalos”.
También criticaron los viajes del presidente al exterior: “En plena crisis, lo último que haría si yo fuera presidente, sería viajar a recibir premios fantasmas. Y encima, vuelve con declaraciones que rayan con la violencia simbólica contra otros mandatarios”, dijo Galeano. “Y ni hablar de la falta de resultados: ni Musk, ni Trump, ni inversiones”, completó Gariglio.
La emisión cerró con una reflexión general sobre el deterioro institucional y la necesidad de restablecer reglas claras para que el sistema funcione más allá de los nombres. “Ya no importa si es Cristina, Milei o Kicillof. Lo que importa es que haya justicia, medios y poderes que funcionen en serio”, concluyeron.