Cuando la música dice más que mil discursos: charla con Rey Lennon

En el programa 123, que se emite los sábados a las 10 por Radio UBA, los conductores Paula Atlante y Pablo Galeano conversaron con Federico Rey Lennon, docente e investigador especializado en comunicación política, sobre las relaciones entre música y poder político.

Durante la entrevista, abordó momentos en que la música fue empleada como forma de expresión política, herramienta de propaganda, símbolo de poder o bandera popular. Desde los himnos revolucionarios del siglo XVIII hasta los jingles políticos del presente, la charla fue hilando ejemplos musicales con referencias históricas, ideas de Humberto Eco, citas de Woody Allen y escenas de Apocalypse Now.

La Marsellesa y la invención de lo popular

La conversación comenzó con la audición de La Marsellesa, en una versión de Mireille Mathieu. Según Rey Lennon, esa pieza expresa un giro político: “Cuando caen las monarquías absolutas en Europa, nace la necesidad de construir nuevas simbologías populares que sostengan los valores colectivos”, dijo.


Compuesta en 1792, La Marsellesa fue inicialmente un canto militar. Fue adoptada por los revolucionarios cuando soldados provenientes de Marsella la entonaron al ingresar a París. “Tras la restauración monárquica fue prohibida, pero luego se convirtió en el himno oficial de la República. Es un símbolo que sobrevive porque representa la valentía, la libertad, pero también lo popular”, explicó Rey Lennon.

Himnos imperiales y apropiaciones posteriores

Rey Lennon citó el caso del Dios salve al Emperador Francisco, compuesto por Joseph Haydn a pedido del Imperio Austrohúngaro como respuesta al God Save the King británico. “Es el primer ejemplo de un encargo desde el poder a un músico popular, en este caso Haydn, que era una suerte de productor estrella del momento”, señaló.


La melodía fue posteriormente utilizada para el himno Deutschland über alles, vinculado al nacionalismo alemán y al régimen nazi. Actualmente, Alemania conserva la música, pero sin letra. “Es una muestra de cómo la música sobrevive a los regímenes y cambia de significado”, indicó.


También mencionó errores ocurridos en olimpíadas donde se usó la versión con la letra del nazismo. “La música tiene una polisemia que la letra intenta fijar. La música por sí sola es ambigua, abierta, pero al sumarle letra se intenta orientar ese sentimiento hacia una causa o ideología”, sostuvo Rey Lennon.

Wagner, Beethoven y el romanticismo alemán

Luego se refirió a Richard Wagner, cuya música fue adoptada por Adolf Hitler y que aparece en películas como Apocalypse Now. “Wagner era antisemita, egocéntrico, fundó su propio teatro y dejó fondos para que sus obras se sigan representando. Pero murió antes del nazismo. No se lo puede responsabilizar de la apropiación posterior”, dijo Rey Lennon.


Comparó su estilo con el de Beethoven, también utilizado por el nazismo. “Goebbels prefería a Beethoven. El romanticismo alemán inspiró el nacionalismo. La Novena Sinfonía, con letra de Schiller, iba a ser un canto a la libertad. Después se convirtió en el Himno a la Alegría”, explicó. Esa misma obra es hoy el himno oficial de la Unión Europea. “Un símbolo que fue usado por un régimen autoritario termina adoptado por el proyecto político más democrático de Europa”, afirmó Rey Lennon.

De los jingles al realismo socialista

Consultado sobre las canciones políticas contemporáneas, Rey Lennon indicó que, ya sea por encargo de un emperador o de una agencia publicitaria, la lógica es similar: “Vender una idea, una persona o un producto”.


También analizó el caso de Pedro y el lobo, de Sergei Prokofiev, compuesta en 1936 para niños. “Es una obra pedagógica: enseña a identificar instrumentos y a familiarizarse con la música sinfónica. Refleja la visión leninista de educar a las masas a través de la cultura”, sostuvo.
Junto con Prokofiev, mencionó a Shostakovich como otro músico con relaciones complejas con el régimen soviético. “La música sinfónica y el ballet sobrevivieron durante todo el régimen, pese a la censura. El Bolshoi, por ejemplo, siguió formando bailarines. Fue una forma de sostener la tradición cultural dentro del sistema comunista”, dijo Rey Lennon.

Las canciones partisanas y la resistencia

Las canciones partisanas surgen sobre todo como expresión de lucha contra las dictaduras que aparecen en Europa a partir de la década del 30: el fascismo en Italia, el nacionalismo alemán, los republicanos en España, en Yugoslavia, en la misma Ucrania. Todos aquellos lugares donde hubo una lucha contra gobiernos más autoritarios, vieron el nacimiento de canciones populares como Bella Ciao. Muchas de estas melodías provenían de canciones campesinas a las que se les cambió la letra.


Es una primera introducción a lo que después se transformaría en los jingles políticos: himnos nacidos del pueblo, compuestos y cantados por los propios partisanos para darse ánimo en una situación de clandestinidad.


“La mayoría de los partisanos eran clandestinos, y sus canciones surgieron en todos los países europeos con experiencias similares”, explicó Rey Lennon. Bella Ciao o Ay Carmela, por ejemplo, resurgieron décadas después en Latinoamérica, durante los años 70, cuando se dio la lucha entre movimientos socialistas y dictaduras militares.


Carmela tuvo versiones chilenas, Bella Ciao también. “Incluso hace pocos años, en Nápoles, durante una marcha de trabajadores, se seguía cantando Bella Ciao por las calles”, dijo Rey Lennon. La vieja canción partisana se transforma así en un himno socialista, obrero, popular, que conserva su connotación política a pesar del paso del tiempo.

Lennon, Baez y la paz

John Lennon tiene muchas canciones con mensajes pacifistas, en una época en que el mundo vivía, como tantas veces, momentos de guerra. Especialmente durante la Guerra de Vietnam, Lennon se convirtió en un símbolo del movimiento antibélico.


Cuando se mudó a Nueva York, su compromiso con la causa fue más profundo. Compuso dos temas clásicos: uno para Navidad y Año Nuevo, siguiendo irónicamente la tradición de los músicos estadounidenses de crear canciones festivas, y el otro fue Imagine, un tema espiritual que plantea una utopía sin guerras, sin religiones, sin divisiones.


En Canadá, Lennon y Yoko Ono realizaron su famosa protesta desde una habitación de hotel, negándose a salir hasta que se alcanzara la paz. Imagine se convirtió en su canción más reproducida.


“En paralelo, Joan Baez mantuvo hasta hoy un activismo consecuente por la paz y contra el imperialismo. Con una voz excepcional –sin autotune, como se aclaró en la entrevista–, eligió el camino del compromiso político antes que el éxito comercial”, dijo Rey Lennon.

Canciones que cruzan muros

Federico Rey Lennon también habló de Libre, la canción que Nino Bravo compuso como homenaje al primer joven alemán que murió al intentar cruzar el Muro de Berlín desde la Alemania Democrática. “Ese joven estaba buscando la libertad. La canción se vuelve un símbolo de la juventud en un mundo dividido por la Guerra Fría”, señaló.


“Con el tiempo, como suele suceder, la canción perdió parte de su carga política, reutilizada en publicidades o en clave humorística. Pero su origen es profundamente político y emotivo”, concluyó Rey Lennon.

Rap, protesta y reguetón con contenido

Calle 13, el grupo puertorriqueño liderado por Residente, surgió en un contexto social y político muy particular. Tomó un ritmo como el rap –nacido en EE.UU. como expresión de las clases trabajadoras negras– y lo transformó en una herramienta de protesta con identidad latinoamericana.


“Residente tuvo problemas con el gobierno de Puerto Rico y fue censurado. Su nombre artístico y el del grupo reflejan una división social real: ‘Residente’ era quien podía pasar la barrera, ‘Visitante’, quien no”, explicó Rey Lennon.


“El grupo se caracterizó por canciones bailables con contenido político y social, y también temas profundamente emocionales, como Ley de Gravedad, que empieza con un diálogo entre el cantante de niño y su madre”, dijo Rey Lennon.

El rock argentino como expresión de época

Durante el regreso de la democracia en Argentina, el rock nacional tuvo un gran florecimiento. Bandas como Sumo, Los Redondos, Los Abuelos, Virus, Viudas e Hijas, Los Twist, Los Fabulosos Cadillacs y Soda Stereo ocuparon espacios musicales e ideológicos distintos, pero todos dialogaban entre sí.


“Si bien había rivalidades entre sus públicos, no eran violentas. Había una efervescencia creativa marcada por las tensiones y esperanzas de una nueva etapa política. Charly García y Serú Girán representaban otra rama de esa constelación”, explicó Rey Lennon.

Obama, música y segmentación

La campaña presidencial de Barack Obama fue innovadora no solo por el uso de redes sociales, sino también por cómo empleó la música. Hubo dos canciones centrales: una para el público norteamericano en general y otra dirigida al público latino, trabajadas por artistas como el líder de Black Eyed Peas y Alejandro Sanz.


“Los videos eran largos y estaban pensados para YouTube. Uno de ellos se construyó sobre el discurso del ‘Yes we can’, donde distintas figuras del espectáculo cantan en blanco y negro, de forma coral”, explicó Rey Lennon.


“La versión latina incorporaba discursos de Obama y versos que apelaban a la identificación con su historia y sus propuestas. Era una manera de segmentar musicalmente a los públicos, utilizando los códigos culturales de cada grupo”, concluyó.