El virus, Bolsonaro y la ética

¿Acaso después de las cosas que le hemos escuchado decir, nos podemos sorprender de lo que hizo Bolsonaro? Nos referimos al decreto por el cual autorizaba a las empresas a despedir empleados por cuatro meses*. Y por supuesto, sin sueldos ni indemnización. ¡Maldito virus! gritan algunos…. pero no es solo el virus. Cosas cómo estás pasan cuando se combinan dos entidades éticamente muy jodidas. El virus y el Presidente Bolsonaro en este caso.

Antes de seguir aclaremos algo: cuando en política se habla de ética, pensamos en la corrupción. Pero la ética en política tiene que ver con muchas más cosas. Por ejemplo, con todas aquellas que hacen a lo que llamamos justicia social.

Hecha esta aclaración, veamos qué relación existe entre el virus, Bolsonaro y la ética.

Dijimos antes que el virus tiene una ética jodida. Es incorrecto. El virus “no tiene ética”, “no tiene moral. Eso es lo jodido del virus. Él ni siquiera se entera del daño que nos hace. No tiene libertad. No puede hacer otra cosa que entrar allí a donde el azar lo lleve.

Con Bolsonaro las cosas son distintas. Bolsonaro sí sabe lo que hace. Y no está obligado a hacerlo. Bolsonaro sí tiene libertad. Podría hacer otra cosa. Bolsonaro tiene moral. Pero es muy distinta a la nuestra. ¿Es necesario explicar por qué razón decimos que es distinta a la de los radicales?

Ahora bien, cuando se juntan una entidad sin moral, como el virus, con otra que tiene una ética como la de Bolsonaro, estamos jodidos. Muy jodidos.

El tema es que si bien al virus, al menos hasta donde sabemos, no lo eligen los humanos, a los presidentes sí. Por eso es bueno que les exijamos a nuestros candidatos claras definiciones éticas. Pero en un sentido amplio. Ese que no solo alude a la honestidad, sino también a lo que, como dijimos, consideramos necesario para construir sociedades justas. Recuerden: Se puede ser muy honesto y muy dañino. ¡Miren si no el virus!

Y por supuesto, a todo esto exijámoslo antes de elegirlos. No solo después. Exijámosles que nos digan qué es para ellos ser ético en política. Y no permitamos que solo respondan “ser honestos”. Con eso no alcanza. Vamos por más.

*Sabemos que después dio marcha atrás por exigencias de la gente.

Fuente: La Causa Radical