«Intrigas Judiciales y Mediáticas: El Caso Fernández y la Red de Complicidades»

El ex presidente Alberto Fernández le manifestó al medio “Cohete a la Luna” que el juez federal Julián Ercolini actuó de manera correcta al judicializar la situación de Fabiola Yáñez y que el diario Clarín fue el principal responsable de ensuciar la causa. Según Fernández, las fotos que desencadenaron el escándalo fueron encontradas en el teléfono de María Cantero. Ercolini había invitado a Yáñez a presentar una denuncia, dado que se trataba de una acción privada y ella decidió no hacerlo. Tras su negativa, la historia apareció de repente en Clarín y, poco después, las fotos fueron publicadas, marcando el inicio de otra narrativa. “Es evidente que el juez y el medio parecen operar en una estrecha coordinación” escribió Horacio Verbitsky el director del medio. Además, los tres videos de Tamara Pettinato en el despacho del Dr. Fernández no están relacionados con las agresiones contra Yáñez, según se argumenta. La publicación de estos videos parece ser una tardía venganza contra el diputado nacional José Glinski, novio de Pettinato. Glinski, en 2022 cuando dirigía la Policía de Seguridad Aeroportuaria, descubrió el viaje de Ercolini con otros jueces y ejecutivos del Grupo Clarín a Lago Escondido, para esquiar en la propiedad del magnate británico Joe Lewis. Esta situación guarda paralelismos con casos en Estados Unidos, donde jueces de la Suprema Corte enfrentaron críticas similares por sus vínculos con poderosos benefactores. 

En Estados Unidos, por ejemplo:

•             Samuel Alito fue visto pescando con el inversor Paul Singer.

•             Antonin Scalia falleció en un rancho privado al que llegó en un avión del propietario.

•             Clarence Thomas hizo varios viajes no declarados en embarcaciones y aviones del millonario Harlan Crow.

Verbitsky dice en su nota que “mientras en EE.UU. se exige la renuncia o al menos la excusación de jueces implicados en estas prácticas, en Argentina, Ercolini continúa en su puesto y sus superiores han rechazado todas las recusaciones en su contra. Esta situación no sirve como disculpa para la violencia que el Dr. Fernández supuestamente ejerció contra su pareja, ya que ningún comportamiento delictivo justifica la violencia”. El fiscal Ramiro González, quien ha manejado tanto la causa de Lago Escondido como la actual denuncia de Yáñez contra Fernández, declaró nula la causa contra Ercolini y los demás involucrados en el viaje, pues la información fue obtenida sin orden judicial. El juez Sebastián Ramos anuló la causa, argumentando que las pruebas habían sido obtenidas en violación a garantías constitucionales. La situación también es problemática para Sofía Pacchi, quien, aunque no acusada de delitos, está siendo sometida a un escarnio público por parte de los jueces de Comodoro Py. Verbitsky sostiene que “Ercolini, conocido por su involucramiento en causas de alto perfil contra figuras del kirchnerismo, ha tenido una carrera controvertida. Fue el juez que encarceló a los accionistas del Grupo Indalo cuando se negaron a colaborar en la demolición mediática de CFK, y también procesó a la ex presidenta en múltiples casos. Sin embargo, sobreseyó a figuras clave como Héctor Magnetto en causas vinculadas a Papel Prensa, y mostró un patrón de decisiones que han generado críticas”. Uno de los jueces en el viaje a Lago Escondido, Pablo Yadarola, tenía como defensor al actual ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. La filtración de los detalles del viaje generó una serie de intentos por parte de los implicados para coordinar una versión que evitara contradicciones y disuadiera a los medios de comunicación de cubrir el tema de manera objetiva. La reciente declaración de Fabiola Yáñez ha añadido una nueva capa a la saga. En su declaración más reciente ante la Justicia, Yáñez informó que extravió su teléfono celular, el cual contenía conversaciones con Fernández que evidencian el maltrato y las golpizas. Según La Nación, Yáñez indicó que perdió el teléfono durante una mudanza en España, cuando dejó el departamento que compartía con el ex mandatario en Madrid. No obstante, la Justicia confía en reconstruir las conversaciones, ya que Yáñez tiene capturas de pantalla de los intercambios previos a 2024 y presentará los chats recientes. Fernández, en entrevista con El País, también alegó que los chats entre 2022 y 2023 «desaparecieron» y argumentó no tener manera de corroborar la conversación. Se espera que Yáñez regrese a la Justicia para presentar los chats recientes, que demostrarían que Fernández violó la orden de no comunicarse con ella, una restricción notificada el 6 de agosto. Además, Yáñez ha rechazado que la causa por lesiones graves y violencia de género contra Fernández sea trasladada a los tribunales de San Isidro, como había solicitado el ex presidente. Verbitsky sostiene que “la investigación sobre el fallido atentado contra Cristina Fernández de Kirchner sigue sin abordar a los organizadores y financistas, mientras se concentra en los autores materiales. La falta de avance en esta causa contrasta con la agilidad con la que se manejan otros casos de alto perfil. El fiscal Ramiro González ha cambiado la calificación de la denuncia contra Fernández a lesiones graves y amenazas coactivas, lo que podría poner en riesgo la libertad del ex presidente. Fernández ha alegado que los chats incriminatorios con Yáñez han desaparecido, aunque estos deberían estar registrados en la otra punta del diálogo”. La reciente controversia también ha atraído la atención hacia la política económica actual. Javier Milei, el nuevo presidente, ha aprovechado la situación para desviar la atención de la crisis económica, con una inflación mensual del 4%, reservas negativas y un aumento alarmante de la pobreza. La cobertura mediática ha desviado el foco hacia los aspectos personales y mediáticos del conflicto, dejando de lado cuestiones críticas de la administración actual. En resumen, mientras el ex presidente Alberto Fernández enfrenta un complicado panorama judicial y mediático, la situación revela una red de complicidades y manipulaciones que no solo involucran a los actores principales, sino también a los medios y al sistema judicial.

Fuente Consultada: El Cohete a la Luna