La incertidumbre ante la subvariante Ómicron 2

Por: Claudio Rosso*
Existe una creciente preocupación por la subvariante Ómicron 2, que está avanzando especialmente en países con bajas tasas de vacunación.
En algunas partes del mundo, la atención por la propagación de la variante Ómicron 2, la «hermana» o subvariante de Ómicron si se quiere, es muy alta y también plantea bastante preocupación.
Un reciente estudio que llega de Japón da a conocer que la nueva mutación del SARS-COV 2 sería capaz de propagarse aún más rápido, provocar una mayor gravedad de la enfermedad y evadir la respuesta del sistema inmune.
Los investigadores de este estudio, publicado en Biorxiv, todavía en fase de preimpresión y que necesita ser revisado, dicen que, para los humanos, podría ser un virus peor que la variante normal de Ómicron «y puede ser capaz de transmitir mejor y causar peores enfermedades», dijo Daniel Rhoads, jefe de microbiología de la Clínica Cleveland en Ohio.
Rhoads revisó el estudio a pesar de que no estaba directamente involucrado en la investigación.
El profesor señaló que BA.2 es marcadamente diferente del primer virus que apareció en Wuhan hace más de dos años y «presenta docenas de cambios genéticos que son diferentes de la cepa original de Ómicron».
Para los investigadores de la Universidad de Tokio que llevaron a cabo el estudio, creen que hay tantas diferencias con Ómicron que la subvariante ni siquiera debe considerarse como tal, sino como una nueva mutación independiente solo por el hecho de que tiene 28 mutaciones únicas que los científicos están tratando de estudiar y comprender sus efectos.
De hecho, los primeros datos dicen que es más contagiosa que Ómicron en un porcentaje que oscila entre el 30% y el 50%.
Según se informa, esta nueva variante ya ha sido secuenciada en más de 70 países y en casi todo Estados Unidos. En al menos 10 naciones del mundo, especialmente las del Lejano Oriente, se ha vuelto dominante como se indica en el informe epidemiológico semanal de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Junto a estos datos, sin embargo, hay que decir que la noticia no es ni unívoca ni uniforme: de hecho, un estudio inglés mostraría cómo Ómicron 2 no parece causar una enfermedad peor que la variante actual y parecen ser «hermanas» en todos los aspectos, dado el grado de velocidad con la que se propaga y el tipo de infección, en su mayoría asintomáticos o levemente sintomáticos en personas vacunadas con el ciclo completo y con el refuerzo (tercera dosis).
«La hermana de Ómicron podría prolongar la ola pandémica. Pero nuestros datos sugieren que no habrá un nuevo aumento», dijo a Nature Dan Barouch, inmunólogo y virólogo del Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston, quien realizó un estudio previo a la prensa. En este caso, los anticuerpos producidos por tres dosis de la vacuna de Pfizer y Moderna demostraron ser mejores para prevenir la variante original que la segunda, “pero es poco probable que esta pequeña diferencia en la evitación de la inmunidad explique el aumento de BA.2 en todo el mundo», señala el experto.
Sin embargo, si bien es baja la probabilidad a corto plazo de una nueva ola pandémica, la posibilidad de severas complicaciones en países aún atrasados con la vacunación es temible.
Dado que los infectados con Delta pueden infectarse con la variante Ómicron, podría suceder lo mismo entre las dos «hermanas», aunque la respuesta no es clara ni definitiva.
Varios expertos se inclinan por la tranquilidad: aquellos que se han recuperado de Ómicron se consideran altamente improbables de poder contraer Ómicron 2, aunque en un puñado de casos, algunos investigadores israelíes han identificado casos de personas curadas de BA.1 infectadas con BA.2.
El nivel de inmunidad alcanzado en la población mundial es más alto que antes de Ómicron, y eso nos ayudará con cualquier variante nueva en un grado que es difícil predecir. Es probable que el coronavirus nunca desaparezca por completo.
Por eso se debe seguir trabajando para que no regrese otra versión del virus, el escenario aún alberga incertidumbre a lo que viene después.
*El autor es asesor en Riesgos del Trabajo