Paso = Poliamor

Por Pedro Calvo*
El amor, como vínculo fundamental, se desarrolla y expresa en sus distintas manifestaciones y en profundidad en la transición entre la edad media y la modernidad. Representó la edad moderna el pasaje a la razón y el positivismo dejando atrás la huella de lo religioso que condicionaba y determinaba como pensábamos, sentíamos y vivíamos los seres humanos. El amor romántico pasa a ser una de las bases fundamentales de las relaciones humanas. El siglo XX y la revolución sexual trajeron nuevos debates y cuestionamientos. Hoy vivimos según Zygmunt Bauman en tiempos de las sociedades líquidas, del amor líquido. ¿Hasta dónde aquel concepto que la política se explica con la política tiene validez? El Coronavirus potenció la desilusión, la bronca, el miedo y el dolor de sociedades angustiadas que no ven futuro esperanzador. Hombres y mujeres descontentos y enojados por un familiar perdido o un empleo perdido. Jóvenes desencantados, consecuencia de la pandemia, limitados para poder desarrollarse en sus estudios o en sus vínculos sociales y afectivos. Llevamos más de 30 años donde duelen las asignaturas pendientes de la Democracia, los incumplimientos de la Democracia. Dónde quedó aquella promesa, aquella utopía que nos convocaba a construir juntos Raúl Alfonsín: «con la democracia se come, se cura y se educa». Después de más de 50 años de interrupciones constitucionales los argentinos quisimos, supimos y pudimos consolidar las instituciones democráticas. Superamos los levantamientos carapintadas, la crisis del 2001 y hoy, frente a la pandemia, nos encontramos ante otro dramático desafío político y social. Al mismo tiempo parece agotada la Argentina de la movilidad social y deja sus huellas un país que se abraza al atraso y el subdesarrollo. Corresponde a la política, entendida como la ética de lo colectivo, definir un camino. Un rumbo de futuro esperanzador. Una nueva elección es una oportunidad para discutir la agenda pública y seleccionar los candidatos que deben representarnos. A través de los votos seleccionamos quienes ocupan los cargos y definen las políticas públicas. Dentro del sistema democrático los votos se traducen en escaños en el Congreso de la Nación. Las PASO, creación del presidente Kirchner después de perder una elección, cierran el debate a los partidos políticos en la selección de los candidatos; las listas se arman de arriba hacia abajo (los candidatos se cocinan y definen en las Casas de Gobierno) y obliga a los ciudadanos a «legitimar¨ listas cerradas sin debate y ausencia de programas o proyectos compartidos.
Como en los tiempos del amor líquido en la política el individualismo es un valor esencial; los compromisos son frágiles y efímeros y no deben generar ningún conflicto; la lealtad a un proyecto en común deja de ser un valor; surgen falsas promesas o promesas de imposible cumplimiento; el tiempo y el espacio son de corta duración y el otro es fácilmente descartable o reemplazable, por consiguiente los vínculos no son sólidos y durables. Hoy estoy con vos, mañana no y pasado volvemos a soñar juntos. El poliamor traducido a la política es una imagen del presente.
La crisis de los partidos políticos es una consecuencia del 2001, su vaciamiento es causa fundamental del deterioro de la democracia. ¿Cuál fue el congreso o debate partidario que se realizó en el marco de la pandemia y previo a las PASO? ¿En qué espacio político estamos discutiendo los argentinos la post pandemia? ¿Dónde quedan la historia, las luchas y los símbolos históricos de las representaciones políticas? ¿Cómo canalizar las energías, las preocupaciones e ideas de los jóvenes, como lo hicieron en el debate de la IVE?
En este escenario surge una candidatura disruptiva: Facundo Manes. Desde y a partir de la historia y los valores del radicalismo pretende discutir el futuro y la agenda de la post pandemia. Aparecen críticas a su compromiso cívico, que lo hace renunciar a la “comodidad” y pone en tensión su reconocimiento social. Las críticas a Manes son la expresión de una dirigencia política endogámica, que fracaso en el ejercicio del poder y desde el llano con prácticas y conductas descalificadoras promueven falsas polarizaciones y antinomias estériles y paralizantes. Manes habla del futuro y de encarar el gran desafío colectivo del siglo XXI: comprendernos, fortalecernos y ser, cada día, más y mejores humanos. Es un volver a enamorarnos y construir desde la esperanza colectiva.
El siglo XXI incorporó nuevos debates y desafíos que impactaron en las sociedades y a diversas disciplinas científicas. Como sucede en las relaciones humanas se abren nuevos espacios e interrogantes. Los problemas de la política se solucionan con más y mejor política, siendo esenciales los partidos políticos en la vida democrática. Solo una Argentina que priorice y busque los máximos comunes denominadores dará respuestas en la alimentación, la salud y la educación a todos los argentinos. Trazando un camino de desarrollo económico y social.
* Diputado Nacional (MC)