Récord de audiencia para la expedición del CONICET en el Atlántico sur

Por primera vez en la historia de la investigación marina argentina, el público puede sumergirse —sin traje de buzo ni submarino— en uno de los ecosistemas más desconocidos del Atlántico sur. Desde el Cañón de Mar del Plata, a 3.900 metros bajo la superficie, un equipo de investigadores del CONICET, en colaboración con la Fundación Schmidt Ocean, transmite en vivo imágenes submarinas en ultra alta definición, revelando un mundo que parece de otro planeta.
La misión, bautizada “Oasis Submarinos del Cañón de Mar del Plata: Talud Continental IV”, combina ciencia de vanguardia y divulgación abierta. A bordo del buque de investigación Falkor (too), los expertos operan el vehículo submarino ROV SuBastian, capaz de registrar imágenes con un nivel de detalle nunca antes alcanzado y recolectar muestras sin alterar el delicado entorno.
El área explorada es estratégica: allí se cruzan las corrientes de Brasil y Malvinas, en un límite biogeográfico clave para la biodiversidad marina. Las expediciones anteriores del programa “Talud Continental” ya habían revelado una sorprendente riqueza de especies, pero esta nueva fase lleva la exploración a una escala inédita.
“Estamos viendo animales que nunca se habían registrado en esta zona, paisajes que parecen de otro planeta y comportamientos que sorprenden hasta a los más experimentados”, cuenta Daniel Lauretta, investigador del CONICET y jefe científico de la campaña.
La travesía no solo produce hallazgos científicos. También marca un hito en comunicación pública de la ciencia: durante la medianoche del 30 de julio, la transmisión en streaming fue la más vista en Argentina, con 18 mil usuarios conectados, superando a canales de televisión y radios online.
Para Lauretta, este contacto directo con la gente es tan valioso como las muestras recolectadas:
“La ciencia deja de ser algo lejano y se vuelve parte del día a día. Abrimos las puertas del barco, del laboratorio y del fondo del mar, todo al mismo tiempo”.
Además de la transmisión, la expedición generará modelos 3D de especies, materiales educativos para escuelas y clubes de ciencia, y pondrá a disposición los datos en repositorios abiertos como CONICET Digital, OBIS y GenBank.
Con cada inmersión, el Atlántico sur revela un poco más de sus secretos. Y, como dicen los investigadores, “lo más emocionante es que siempre hay algo nuevo por descubrir”.