La reciente decisión de Javier Milei de eliminar el Impuesto PAIS, vigente desde 2019, ha desatado una tormenta de críticas por su potencial impacto devastador en las finanzas públicas y el mercado cambiario. Aunque presentada como un alivio para los contribuyentes, expertos alertan que esta medida podría disparar la fuga de divisas, dejando al Banco Central aún más debilitado​

El Impuesto PAIS, creado para mitigar la salida de dólares y reforzar la recaudación, aportó casi $400.000 millones en octubre, un ingreso que será difícil de reemplazar. Su eliminación no solo incrementará el déficit fiscal, sino que también podría exacerbar la especulación y el uso de dólares para turismo y ahorro, en un momento en que las reservas están en niveles críticos​

A medida que se acerca el verano, la demanda de dólares para viajes al exterior amenaza con dispararse, complicando aún más el escenario cambiario. Sin un plan claro para suplir la pérdida de ingresos ni para contener la presión sobre el mercado, la medida parece destinada a agravar la crisis económica, en lugar de solucionarla​

Los críticos advierten que, lejos de ser un paso hacia la estabilidad, esta decisión podría tener consecuencias catastróficas, arriesgando el ya precario equilibrio fiscal del país. Mientras el gobierno apuesta a cambios drásticos, el tiempo dirá si esta movida fue un gesto de valentía o un error garrafal.