Federalismo a conveniencia: la incoherencia de la crítica “AMBA-céntrica” en defensa de Milei

Por Hernán Rossi

Desde hace unas semanas, me sorprende escuchar a dirigentes radicales como Rodrigo De Loredo acusar a la Convención Nacional y al Comité Nacional de la Unión Cívica Radical de tener una supuesta visión «porteño-AMBA centrista». Para justificar su ataque, se posiciona como «federal», defendiendo a las identidades provinciales y a los radicales en sus gestiones, y adopta una postura condescendiente hacia el gobierno nacional al insinuar que esta defensa federal lo acerca a Javier Milei. Pero, ¿cuán coherente es ese posicionamiento? ¿Es Milei un presidente federal y, por ende, oponerse a él implica una postura unitaria?

Durante los nueve meses que lleva en su gestión, el Presidente implementó un método de control sobre los gobernadores basado en el uso del «látigo sin billetera». En nombre del equilibrio fiscal, la obra pública dejó de existir y se pisaron las transferencias coparticipables. Un ejemplo claro es el conflicto con Chubut, donde decidió descontar fondos coparticipables por una deuda de más de 124 mil millones del Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial.

También se enfrentó a Chaco: el gobernador Leandro Zdero presentó una demanda ante la Corte Suprema pidiendo por la inconstitucionalidad de la reforma del impuesto a las ganancias. Si bien la medida fue impulsada por el gobierno anterior, contó con el apoyo del entonces diputado y candidato a presidente, Javier Milei. En la vereda de enfrente, estábamos quienes señalamos que se trataba de una medida demagógica, cuya consecuencia iba a recaer en la solvencia fiscal del Estado nacional y las provincias.

Otro caso que desmiente la supuesta postura federal de Milei se produjo al inicio de su mandato. El 17 de diciembre, Bahía Blanca sufrió un temporal que causó destrozos en la ciudad y se cobró la vida de 13 personas. Aunque el presidente fue al lugar, negó asistencia económica desde Nación, y argumentó que «van a lograr resolver esta situación con los recursos existentes».

Algo similar está pasando en Córdoba, en donde la ayuda del gobierno nacional para controlar los incendios es insuficiente. Además, el propio mandatario, en un acto de destrato y desinterés, hizo esperar a los bomberos más de una hora para luego sobrevolar la zona.

Por otra parte, el recorte sistemático a las provincias es evidente. En febrero, el gobierno eliminó de forma «inmediata» el Fondo Compensador del Interior, que subsidiaba el transporte público, pese a que las tarifas en las provincias siempre fueron más altas que en el AMBA.

Si quedaran dudas sobre la impronta federal de Milei, el 27 de marzo suspendió los artículos 92 y 93 del Presupuesto 2023, que regulaban la liquidación de fondos de ANSES para las provincias que no transfirieron sus regímenes previsionales. Con dicha medida, le quitó los fondos comprometidos a Buenos Aires, Chaco, Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, Misiones, Neuquén, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Corrientes y Santa Fe -gobernada por Maximiliano Pullaro-, a la cual le deben cerca de 800 mil millones de pesos.

Es claro que la crítica «AMBA céntrica» en defensa de Milei carece de fundamento. Parece más bien una excusa para justificar una posible alianza con La Libertad Avanza en Córdoba. Dirigentes como De Loredo, afirman que el Comité Nacional y la Convención Nacional se oponen a Milei porque «no gobiernan nada». Pero, los dirigentes como De Loredo, ¿qué gobiernan, más que (mal) su propia banca?

También sostienen que la diferencia entre el radicalismo y los libertarios es sólo «cultural», pero no sólo nos separa que Milei afirme que la «decadencia empezó con el primer populista llamado Hipólito Yrigoyen» y que «Alfonsín es el fracasado hiperinflacionario de Chascomús»; sino que, en términos económicos, tampoco compartimos similitudes. ¿O acaso lo que proponía Eduardo Angeloz en 1989 tenía algo que ver con el desastre que después hizo Carlos Menem?

Es hora de que estos dirigentes «radicales» se sinceren y admitan que están más cómodos con el más unitario de los presidentes que tuvo Argentina. Que quieren sentarse en la misma mesa con un gobierno que, con el pretexto del equilibrio fiscal y culpando al kirchnerismo, va en contra de la educación pública, los jubilados, las clases medias y que, mientras le baja los impuestos a los más ricos, se los sube al resto de los argentinos.

A ellos les decimos que se apuren de una vez con su elección, porque confunden a la gente: lo que defienden está en la Libertad Avanza, no en la Unión Cívica Radical.

*Sec. Gral de la Convención Nacional de la UCR.