Jorge Selser recuerda a Pino Solanas en un nuevo aniversario de su fallecimiento
En el marco de un nuevo aniversario de la partida de Fernando “Pino” Solanas, el ex compañero de fórmula presidencial del director de cine, Jorge Selser, lo recordó al señalar que “los desafíos globales que Solanas enfrentó en vida, hoy siguen presentes y se reflejan, en parte, en el contexto internacional actual. El reciente triunfo de Donald Trump en los Estados Unidos pone en evidencia un resurgimiento de políticas que Pino denunció y combatió durante toda su vida: el avance de modelos económicos neoliberales y extractivistas que, en palabras de Solanas, ‘son un plan ideológico’ con impactos devastadores para las soberanías nacionales y las clases populares.”
“Pino fue un visionario comprometido con su tiempo, un político y artista integral que no solo desafió los límites del cine documental, sino que también abanderó causas fundamentales para el país, como la defensa del ambiente y los derechos de los más desprotegidos”, expresó Selser. “El avance de políticas neoliberales y regresivas en el mundo demuestra que el legado de Pino y su llamado a resistir estos modelos sigue vigente”.
Selser también destacó su labor en la arena política: “Pino llevó su amor por el país al Congreso, primero como diputado y luego como senador. Su voz fue una de las más fuertes en la defensa del patrimonio nacional, y en cada iniciativa se reflejaba su dedicación a los más humildes y su lucha contra el saqueo ambiental”.
Solanas fue un pionero en la militancia por la justicia social y ambiental, y su legado cultural y político permanece vigente. Selser recordó a Pino “con el compromiso de seguir enarbolando sus ideales en una Argentina y un mundo que requieren su mensaje más que nunca”. Solanas comenzó su carrera con una serie de cortometrajes en la década del 60 y, junto a Octavio Gettino, fundó el grupo Cine Liberación. Su obra más reconocida, La hora de los hornos (1968), un ensayo político en forma de documental, sentó las bases de lo que luego sería el cine político argentino. Además, dirigió películas como Los hijos de Fierro y Tangos, el exilio de Gardel, además de documentales como Memoria del saqueo, que denunciaban los males del neoliberalismo y los efectos de políticas que, según sus palabras, “son un plan ideológico que despoja a los pueblos de sus recursos y su autonomía”.